martes, 14 de agosto de 2012


La última gota

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La lluvia esta cesando.
Desde el zaguán espero la caída de la última gota.
Todavía quedan algunas que abandonan la nube final
para estrellarse sobre el vidrio del mirador
o sobre el charquito a mis pies.

Todo amengua.
Cierro mi paraguas,
trato de sorprender a la última,
desprevenida gota.
Asoma el sol.

Con el chaparrón llegando a su fin
siento nostalgias por todas las gotas que ya no son
cayendo transformadas en acequias.
Miles han quedado prendidas de las hojas
dudando en precipitarse.
Miles transfigurarán su vivir.
Miles romperán en oleajes bravíos.

Las nubes se retiran con mi mismo afligir
dejando un cielo brillante.
Estiro mi mano y el rostro hacia el entreabierto celeste
a favor de una postrera
dilatada tardía,
cuando el Olimpo sofoca chasqueante
en triste sacrificio
en desconsolante soledad
la última gota sobre mi frente.

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